¿Qué requisitos debe cumplir una vivienda para ser considerada habitable?

En España, una vivienda debe cumplir requisitos mínimos de seguridad, salud y confort para ser habitable. La normativa exige una superficie mínima, ventilación adecuada, eficiencia energética, accesibilidad y condiciones estructurales seguras. Obtener la cédula de habitabilidad es clave para su uso legal.

¿Cuál es la superficie mínima de una vivienda?

Para que una vivienda sea habitable en España, debe cumplir con ciertos requisitos mínimos de tamaño y distribución. La normativa establece que una vivienda unifamiliar debe tener al menos 36 metros cuadrados de superficie útil, mientras que los estudios o apartamentos pequeños deben contar con un mínimo de 25 metros cuadrados.

La distribución es clave para la funcionalidad del espacio. Se exige que la vivienda tenga un salón-comedor, una cocina, un baño y al menos una habitación. La habitación principal debe ser lo suficientemente amplia para una cama doble y un armario.

La cocina, ya sea independiente o integrada en el salón-comedor, debe contar con instalaciones básicas de agua, desagüe y ventilación. El baño, por su parte, debe incluir inodoro, lavabo y ducha o bañera.

En viviendas más grandes, es fundamental que la distribución permita una movilidad cómoda y accesible, asegurando que cada estancia sea práctica y funcional para sus habitantes.

¿Cómo debe ser la eficiencia energética?

En España, la eficiencia energética es un factor clave para que una vivienda sea habitable. La normativa exige que los inmuebles cuenten con un aislamiento térmico adecuado en paredes, suelos y techos, evitando la pérdida de calor en invierno y reduciendo la entrada de calor en verano. Esto no solo mejora el confort de los habitantes, sino que también disminuye el consumo de calefacción y aire acondicionado, reduciendo así el impacto ambiental.

Todas las viviendas deben disponer de un certificado de eficiencia energética, un documento obligatorio para vender o alquilar el inmueble. Este certificado informa sobre el consumo energético y la sostenibilidad del hogar, asegurando que cumple con los estándares exigidos. Su cumplimiento garantiza una vivienda más eficiente, confortable y respetuosa con el medio ambiente.

¿Cómo debe ser la accesibilidad?

 

Las viviendas deben garantizar accesibilidad y movilidad para todos sus habitantes, especialmente en las nuevas construcciones y aquellas destinadas al alquiler. Para ello, se establecen requisitos como puertas con una altura mínima de 2 metros y un ancho de al menos 0,70 metros, permitiendo el paso de personas con movilidad reducida. Asimismo, los pasillos deben contar con un ancho suficiente para facilitar la circulación sin obstáculos.

En viviendas de varias plantas, es imprescindible la instalación de rampas o ascensores cuando sea necesario, asegurando que todas las áreas sean accesibles. Los escalones interiores deben tener una anchura mínima de 0,90 metros, mientras que las barandillas deben contar con una altura mínima de 0,90 metros para mejorar la seguridad.

Las adaptaciones para personas con discapacidad son un factor clave en la habitabilidad de una vivienda. Es fundamental que los baños sean accesibles, con duchas a ras de suelo y suficiente espacio para maniobrar con sillas de ruedas. Estas medidas no solo garantizan el confort de los residentes, sino que también aseguran que las viviendas cumplan con las normativas de accesibilidad vigentes.

Requisitos de iluminación y ventilación para una vivienda

La calidad del aire en el interior de una vivienda es esencial para la salud, por lo que debe haber un sistema de ventilación adecuado. Cada estancia necesita ventilación natural o forzada, especialmente en la cocina y el baño, para evitar problemas de humedad y moho. 

La iluminación también es crucial para la habitabilidad. Se requiere suficiente luz natural, que debe entrar por ventanas de tamaño adecuado en las estancias principales. También debe haber una conexión eléctrica que asegure una iluminación artificial apropiada en todas las habitaciones, cumpliendo con las normativas vigentes para garantizar el confort.

Condiciones mínimas de seguridad

Para que una vivienda sea habitable, debe tener una estructura sólida y estar libre de grietas, humedades o filtraciones que pongan en riesgo la seguridad. Los materiales de construcción deben cumplir con las normativas de seguridad, y las instalaciones eléctricas, de gas y agua deben estar en buen estado. Las viviendas también deben contar con sistemas de protección contra incendios, como extintores en áreas comunes, salidas de emergencia y detectores de humo, garantizando así la seguridad y el bienestar de los habitantes.

¿Cómo debe ser el exterior?

En España, para que una vivienda sea considerada habitable, debe contar con al menos un lateral que tenga contacto con el exterior, ya sea a la calle o a un patio con dimensiones adecuadas. Esto garantiza que el inmueble reciba suficiente iluminación natural y ventilación. Esta condición es fundamental para evitar espacios oscuros o mal ventilados que puedan afectar la salud y el bienestar de los habitantes.

En ciudades como Madrid o Barcelona, la normativa exige que la fachada del inmueble tenga una longitud mínima de 3 metros, con el fin de evitar construcciones estrechas que carezcan de acceso adecuado a luz natural. Aunque los patios y balcones no son obligatorios, cuando están presentes deben cumplir con requisitos de seguridad y funcionalidad, ofreciendo a los residentes un espacio exterior cómodo y seguro. Estos aspectos son clave para garantizar una buena calidad de vida dentro del hogar.

¿Cómo conseguir la licencia de habitabilidad?

Para obtener la cédula de habitabilidad en España, es imprescindible contar con un certificado de habitabilidad, que debe ser emitido por un arquitecto o técnico cualificado. Empresas especializadas como Arkespai.com facilitan este proceso, ofreciendo servicios de gestión y tramitación para obtener este certificado.

El proceso es sencillo, un técnico realiza una inspección exhaustiva de la vivienda, revisa que se cumplan todas las condiciones necesarias (superficie, distribución, ventilación, eficiencia energética, accesibilidad, etc.) y emite el informe correspondiente. Con este informe, el propietario puede presentar la solicitud para obtener la cédula de habitabilidad ante la autoridad competente en su comunidad autónoma.

Arkespai se presenta como una opción recomendable para quienes buscan realizar este trámite de manera rápida y eficiente, asegurando que la vivienda cumpla con los requisitos legales y pueda ser utilizada sin problemas por los propietarios o inquilinos. Este servicio simplifica el proceso y garantiza que el inmueble esté en condiciones óptimas para su uso.